Es común encontrar consideraciones como que el acero inoxidable no se corroe y que no requiere mantenimiento alguno, sin embargo, el no realizar el pasivado frecuente permite que la capa pasiva del acero inoxidable se deteriore con el tiempo y se manifiesten los focos de corrosión. Hay condiciones en las que el pasivado se requiere realizar cada año pero hay otras que requieran el pasivado cada dos semanas.
Cuando se elige un grado de acero inoxidable muy resistente a la corrosión, es posible que la frecuencia de pasivado disminuya, sin embargo la compra del material será más costosa si se compara con otro grado de acero inoxidable de menor resistencia que requiera más frecuencia de pasivado para que no sufra deterioro en servicio. Es claro que si se da mantenimiento con el pasivado, se alarga la vida útil de acero inoxidable por lo que atrasa la reparación o sustitución, esto comparado con la condición de no realizar pasivado frecuente.